Soy Soledad

Soy, yo, ahora, soledad y dolor;
soy, ahora, angustia y llanto.

Esta noche no hay mejor descripción
para mi alma que la rosa
que va tirando pétalos.

Soy la gota que cae desde el peñasco,
la ceguera de una noche sin luna,
la soledad de una estrella
en plena luz de día.

Soy el alma en constante invierno,
soy el dolor de todos los suspiros;
la huella de todas las lágrimas.

Soy la brevedad de un pestañeo,
la alegría fingida de un buen perdedor,
soy todo lo que viene después del amor,
soy el miserable minuto donde murió toda la esperanza.

Soy la desolación del mundo,
soy la soledad del corazón.

Te extraño

A veces te extraño.
Te extraño del sentimiento
y te extraño de la risa.

Te extraño de la inconformidad
de las palabras y
de la locura de los besos.

Te extraño de la luz
y de las velas
que nunca jamàs prendimos.

Te extraño en las noches
y te extraño en el tráfico,
siempre hay tráfico.

Suavidad

La suavidad son tres o cuatro acordes.
Sin pretensión.

Es lindo

Fallé en Todo

Fallé en todo.
En pensarte alguien sincera,
buena, de bondad.

En sentir que podías amar,
es más,
en creer que habías, jamás,
amado.

Fallé en los kilómetros que viaje.
Cada paso que dí es una
cínica espina que me regaló llagas.

Fallé en saber quién eras,
las cosas que querías,
las cosas que regalaste
en realidad fueron robadas.

Fallé en todo.
Fallé en verte como lo que eres:
una sirena.
Eres una bruja del mar,
muy bella al principio,
y después eres pura maldad.

Fallé, pues, en todo.

Fallé en confiar más en mi,
que en tus hechizos.
Fallé en perderte el miedo.

Fallé y fallé.
Fallé en todo.

Tú eres todo y te falle.
Te vi como lo que no eras,
un ángel, la salvación,
una musa en inspiración de vida.
Eterna, buena, verdadera, de bondad.

Fallé en conseguir tu verdad.

Fallé porque confié y amé.
Fallé.

Fallé tanto como días te vi.

Pues nada más, se enciende en mi labios un cigarro
y cuando se deja de ver el humo de la exhalación
me doy cuenta que aunque fallé, hoy día, yo me gané.

Los sueños

No soy nada,
pero en mi viven
todos los sueños del mundo.

Sueños que son ventanas al mundo,
a la memoria del alma,
al calor de mi madre, de mis hermanas,
de mi hermosa pareja,
cuando se alejan por algún momento.

Es una calle inaccesible para otros,
porque sólo yo domino
y tengo conmigo todos los sueños del mundo.

Es mi puente a las mentiras
del río del hombre,
jamás me empapo con sus cosas.

Estoy hoy vivo,
estoy hoy soñando
y por eso todo lo que soy es verdad,
es un nuevo día en la plenitud de la noche;
es el eco perpetuo de amar
todo y a todos.

Hoy estoy vivo porque sueño
y soy dueño de todos ellos.

Tu Puerta

Un día me dijeron:


"Si un día llega alguien a preguntar por ti,
diciendo que es emisario mío,
o aunque sea yo la misma,
has caso profundo y omiso,
que, envenenada por el orgullo,
jamás podría volver a ti.

Tocaré sólo tu puerta
cuando encuentre la muerte,
cuando sea irreal,
cuando para ti sería
una llaga intensa y grande."

Sólo Viajo Yo

Nos obsequiamos la distancia.
Nos obsequiamos pesadillas y sueños sin algodón
Nos obsequiamos irnos del uno el otro.
Nos obsequiamos enfermedades del corazón
Nos obsequiamos encuentros fugaces
en los partes de la ciudad.
Nos obsequiamos cuchicheos de los amigos en común
Nos obsequiamos la mezquindad
del habernos desnudado en cartas.
 Nos obsequiamos felicidad plástica con otra desnudez
Nos obsequiamos las tardes pesadas
coronadas por lágrimas y dolor.
Nos obsequiamos otra vida.
Nos obsequiamos falta y cansancio.
Nos obsequiamos una página en blanco.
Nos obsequiamos volver a empezar,
cambiar de rutinas.
Nos obsequiamos no volver jamás.
Nos obsequiamos besos como suspiros.
Nos obsequiamos gritos de libertad
Nos obsequiamos perder la fe.
Nos obsequiamos nuevas canastas
Nos obsequiamos esperar una respuesta.
Nos obsequiamos libertad de arrepentimientos
Nos obsequiamos un olor a madera, a vacío.
Nos obsequiamos viajes y lunares
Nos obsequiamos estar solos en cumpleaños, en Navidad.


Y ahora, sólo viajo yo.

La Flor

Derrocho horas serenas,
horas de madrugada y de calma
por estar pensando en ella.

Mis horas pensando en ella
son tan útiles como cortar flores
y confinarlas a un bellísimo jarrón.

No hay tristezas, ni alegrías,
no hay vida ni es esto una ironía,
es sólo una flor cortada.

Sobre la Muerte

Sólo tengo una memoria en el alma,
a veces la uso en las manos,
escribo, a lápiz partido,
a herida renaciente,
con la única esperanza
que mis manos pongan en tu alma
el último sorbo de caldo.

No Digas Nada

¡No digas nada!
Supongo, ya,
lo que dirá tu boca vendeda.

Ya he escuchado
lo mejor de lo que dirías,
tus palabras han envejecido.

No digas nada,
silencio y silencio,
no digas más ya.

La Flor que Das

No eres tú, es la flor que das
a quien yo más quiero.
Ya luego vendrás a negarme,
pero con la flor que das,
con esa yo es con quién me quedo.


Por Si Decides en Volver

No quiero amarte, por si decido amarte,
te amo sólo cuando no te puedo amar
¿qué voy a hacer cuando te pueda besar,
cuando te pueda tomar de la mano?

No quiero tu voz, por si decido escucharte,
te extraño cuando hay aurora y obscuridad.
Lo que mi corazón añora es lo que quiero tener,
te amo para poder dejarte de amar.

¿Para qué te amo?
Si lo supiera te amaría,
no dejaría de amarte para entender,
es culpa de mi alma, pobre y fía.

No quiero amarte, por si decides en volver,
como un ramo de rosas que no quiere ser regalado,
te amo, es un sentimiento que ni yo sé.
Te olvido, por si decides en volver.

(Sin título)

(Sin contenido de la entrada)

La Feria

Está la feria desierta,
ni la luna aúlla.

¿Será que la noche se entreabre
y nos regala el alba?, o
¿Será que la noche se entrecierra
y nos niega el alba?

Es difícil conseguirlo,
el decir cuándo y dónde
está la feria en el tiempo,
porque la noche es calva de luna.

¿Cómo está la feria?
Desierta y vacía de luz.

Digo

Digo lo que ayer fui.
Me explico a mi mismo
como me he llegado aquí.

Soy grande, soy entero,
Soy todo en cada cosa.