El Arrepentido

Te vas en unos días,
te vas de aquí y vas a otro lado,
te vas de mi
como si yo fuera el invierno
y lo que quieres es primavera.

Mi amor no fue lo suficiente para tenerte,
para retenerte.

A pesar de las inyecciones y los viajes,
las horas en el tráfico y las desveladas
para poder besarte, amor mío, corazón;
a pesar de todo mi amor no te bastó.

Yo te quiero, pero me obligaste
a renunciar a la mitad de mi alegría,
aún te extraño, te lo dije hace poco,
pero así como mi amor,
se derramó en solitario viento.

Cambiaste mi amor por tu fantasía
y te deseo, con toda mi alma
y las lágrimas que aún no caen,
porque hay demasiado dolor,
que no alcanzo a sacarlo todo,
que nunca te arrepientas de esta decisión,
porque el arrepentido,
por no tener el suficiente amor para dar,
ese, ese soy yo.

Van muchas mañanas que me despierto,
y me siento triste,
porque tu partida me arrancó la propia vida,
y me arrancó los sueños de ti,
aquellos que antes yo tenía.

Te vas y sigues,
yo como antes me he de quedar aquí.
Te vas y sigues,
yo como antes me fracturo la respiración.
Te vas y sigues.

Quisiera poder no sentir.
Quisiera no sentir, quisiera no llorar.
Tú me exprimes las lágrimas.
Tú.

Quisiera poder dormir.
Acostarme y soñar.
Quisiera no estar escribiendo esto
y poder, decirte lo que siento:

"Te amo, te quiero con mi corazón y mi cabeza.
Te voy a proteger y cuidar, de aquí hasta el siempre.
Te quiero conmigo. Pareja. Compañera. Acompañante."

Quisiera no estar diciendo lo que digo:
"Me arrepiento de vivir, porque, ahora,
la vida es sin ti."

Detractora

Sin nada que escribir.
Sin nada que vivir.
La felicidad es detractora de mi poesía.

Maquiavela

ESCENA 1

Un cuarto, que bien podría ser un hotel, lujoso y caro, o algo más sencillo y de paso. De esos hoteles que los tratan de volver lo más cómodo posible para las escapadas de amantes. Está una pareja en la cama. Un hombre y una mujer. El cuarto definitivamente ha sido usado para la imitación de la copulación pero más enfocado a la búsqueda carnal de placer.

LORENZO 

Ya no me satisfaces. No me encuentro satisfecho. No se que es, pero no me das lo que me dabas 
                    o lo que me daba ella. Al principio me esforzaba para darte placer, para ser la mejor cogida que 
                    jamás hayas tenido, pero me encontraba yo vacío. Tenía ese sentimiento de la "Nada" que      describe Ende.
 Luego busque más mi placer, lo encontré, pero vi que era sólo un pequeño parche, ¿sabes? 
Una píldora que te ayuda un rato, pero después llegaba a mi casa a masturbarme porque no estaba lleno.
Ya no me satisfaces y me duele decirlo porque me encantas, me gustas, físicamente. 
Me gusta hablar contigo y escucharte. Me gustan tus nalgas firmes, tu boca suave.
Me gustas.
Pero no me satisfaces.
(da un suspiro y continua)
No es lo mismo. 
Nada es lo mismo.
Aquí, creo, terminan los días y los caminos, flor, aquí terminan.

CATALINA

Estás muerto.
Eres como, ya sabes, una mente brillante sin sanidad.
Enamoras, besas, cuentas y dices, yo te creo y sigo con ese juego, pero es más claro que no sientes nada.
Estás muerto.
No te halagues mucho, no necesito saber estas estupideces, si te satisfago o no.
No estoy buscando tu placer, siempre es sólo el mío.
No se si bendecirla o temerle. Ella hizo contigo lo que quiso y lo sigue haciendo.
Es una hechicera de tu pobrismo corazón. 
Lo tiene atado como una niña ata a un cachorro. Ella es feliz con su juguete y él no entiende porque lo separaron de su madre y porque no puede jugar.
Tu no puedes jugar, porque no puedes vivir.

Lorenzo

Eso duele Catalina...

Catalina

La verdad duele para aquellos que no la conocen. 
Perrito, tierno y dulce como un cachorrito, a veces necesitas que te peguen con un periódico para que dejes de cagarte en donde no debes.
(le da un beso y se monta en él)

Verás, no eres nadie, más que un bellísimo cachorrito. Si creces te voy a abandonar, porque yo también soy una niña que quiere un perrito para jugar con él. No lo quiero grande y adulto. Lo quiero así, como tú, frágil, tierno, bonito. No te tengo que satisfacer porque tú duermes afuera. Tú me esperas a mi a que te abra la puerta para salir al jardín. No olvides tu lugar, cachorro.

(comienzan poco a poco a tener relaciones sexuales)

ESCENA 2

Se encuentra Lorenzo tirado, está viendo la alfombra y cantando, a forma un poco de balbuceo algún corrido de la revolución. 

Lorenzo

Un lugar, allá, lejos es donde debo de ir.
Donde el horizonte pueda desnudar del sol al oriente
y las flores no cierren sus pétalos al crepúsculo,
sino los abran en la noche,
y los oculten al alba.

Dónde la luna se vista de gala al amanecer,
que ella sea quien bañe todo de luz
y acaricie las mareas hasta hallarlas en calma.
Debo de ir a algún lugar así.
Donde sea un espectro que si se mueve se esfuma,
que si lo tocan se esfuma,
esfuma,
se esfuma, uma uma uma...
se esfuma como, como ¡espuma!

(Lorenzo se levanta, toma una botella de vino, que al caerse mancho la alfombra donde estaba acostado y la bebe. Va al baño y se lava la cara y los dientes. Abre la regadera pero suena el teléfono)

Lorenzo

Claro, claro que si. Uno intenta lavar el amor de su piel y le marcan para...
(Contestando)
Si si, el clima esta cambiando, ya lo se. Si. Tengo todo el conocimiento del mundo que...
No. Te dije que ya no te quería ver. Estoy saliendo con alguien más.
Si, si me satisface. Ella me ama. Ella me escogió a mi y me cuida.
No, no te diré su nombre.
No.
¿Cómo que por qué? Porque eres una rata chismosa y vas a venir a joderme las pelotas.
Mira.
Ve y date a tu goei. No se para que chingados estás marcando.
Te odio.
(cuelga y va bajando el teléfono)
Te odio porque te amo.

¿Quién fue el cabroncito que dijo: tan corto es el amor y tan largo el olvido?
Claramente no sabía de lo que hablaba; o tal vez le falto completar la frase: Tan corto es el amor, parecido a una estrella fugaz, y tan largo es el olvido, como la lengua de una mujer.

Te odio porque te amo.
Te odio.
Te amo.
Maldita auto-indulgencia.
Es muy triste la auto-compasión.  Pero me llama. Es lo único que me queda. Tenerme compasión a mi mismo.

Escena 3
(En una banca en un parque. Está sentada Nicole esperando que llegue Catalina)

Nicole

¿Cómo va?
¡Cuéntame que ha pasado contigo y con Lorenzo!
Ese cachorrito tan lindo.

Catalina

Bien.
Ya sabes, sigue aferrado a la tonta idea que no le satisfago porque dejar de pensar en ti, sería como dejar que un águila le arrancase el hígado.
(Toma sus manos y comienza a tratar de seducirla)
Tú siempre tan bella Nicole. Tu tez es perfecta. Tu timbre seductor.
Dime que debo hacer para poder besarte.
Dime que debo hacer para poder quererte.

(Ambas comienza a reir, a carcajadas)


Nicole


Eres una joya.
Casi te sale igual que al cachorro Lorenzo.

Catalina

Ya se.
De tanto tiempo que paso con él, me estoy aficionando a su idiosincrasia.

Nicole


Le marqué al cachorrito Lorenzo hace no mucho. Me dijo que te amaba Catalina.
Que lo satisfacías.
Que te a-m-a-b-a.
¿Entiendes lo que eso significa?
¡Cálla!
Vas bien, pero ahora satisfacelo.
Tienes que esforzarte para que de verdad nunca, nunca te quiera dejar.
No le permitas dudar.
Aquel que piensa duda y comienza a tener poder.
No lo permitas.
Que te de por el culo, mámasela hincada, me vale lo que tengas que hacer, pero ¡hazlo!

¿Me entiendes?
Tocas una campana y él babea. Simple.
Campana.
Baba.
Tus chichis.
Su estabilidad.

Escena 4


(Catalina y Lorenzo están acostados en la alfombra, todo indica que acaban de tener relaciones)


Lorenzo


¿Qué es el adios?
Mi muerte no lo es. eso lo sé

Árbol

En la misma humedad que el día de ayer,
con la tierra fresca que acababa de llover
te vi de blanco y llevabas algo azul.
Terrea y fresca, como la orilla de la mar.

Sin dolor, solo humana admiración
por tu encantador sonrisa y suave voz.

Un árbol cuelga del cuello tuyo
como un blanco de envidia
de poder estar todo el día
acariciando tu piel 
y viéndote, siempre también, sonreir.


Rojo

Como la humedad de un último beso
mis ojos se cierra pensando en ti.

En la febril noche de invierno,
donde nada es lo que parece
y todo nace desde dentro.

Rojo dices que es, rojo es y será.
No se que fue e intento, daltonismo de por medio.
descifrar cuales son sus soles y sus madrugadas.

Rojo es el alba, rojo es el corazón,
si lo deshielas y lo pintas de amor.