Perdón (ensayo #1)

¿Qué es el perdón?
El perdón es poder bailar sin que el diablo te esté mordiendo la espalda, tal vez...
Es quedarse con los zapatos secos después de un chubasco en la primavera, tal vez...

Es difícil para mi hablar del perdón, porque no lo he logrado del todo. Hay algunos que he perdonado, pero otros no. A veces tengo mucho resentimiento.

¿Recuerdan la frase "perdono pero no olvido? Para mi es al contrario: olvido pero no perdono.

No es que no quiera perdonar, es que a veces es demasiado el mal y el perdón no se da. No porque quiera agarrarme de él, o por venganza, porque realmente no soy vengativo, simplemente no se da.

He meditado harto sobre eso, rezado, pero rezado bien, no ante un ente católico o cristiano, o anglicano o etc., rezado conmigo, con un poder superior, conmigo más, para perdonar. Hay cosas que perdono, otras que olvido, hay cosas que quisiera perdonar, tal vez...
Si no veremos cuerpos,
destruiremos desiertos
para encontrarlos,
el sol quema demasiado,
pero trabajemos juntos,
seamos el mismo coro.

Nos quemaremos juntos,
o nos helaremos separados,
no importa cuál sea la dureza,
podremos salvarnos

Tus lágrimas

Huyes de las lágrimas, 
eres secreta y recatada,
el silencio es tu mayor virtud,
aunque de todo te enojas
y peleas por cualquier giro de viento,
llevas en tu corazón
un grandísimo temor,
aquel de otorgar respuestas
al amor que pregunta tu alma.

Sepultas tus lágrimas,
lo más adentro que puedes,
pero te conozco, te conozco
y sé que quieres llorar,
los años pasan, pero son breves,
y sigo sabiendo cuando es cuando
contienes tu llanto y sonríes;
o por lo menos intentas hacerlo.

Sol de Invierno

Desnudo ante el sol de invierno,
creía que sería el final,
me bañaba en el agua helada
que caía por una tímida cascada.

De vez en cuando era lacerado
por hielo que caía enojado,
el agua, otrora pura y clara,
se teñía con un intenso rojo.

Trataba de esbozar una sonrisa,
porque estaba limpiando mi cuerpo,
pero era complicado sonreír
cuando mi piel se estaba helando.

La respiración era un nube densa,
tan unida que podría nublar cualquier risa,
tal vez por eso es que no reía;
porque apenas lograba respirar.

Me sentía frágil ante tanto frío y hielo,
sentía cada músculo idiotizarse,
ya casi no respondían, casi;
y yo seguía desnudo en el invierno.

Me dio sueño, allí parado en el agua,
la cascada me arrullaba; aunque helada,
era maternal la canción que cantaba;
quería descansar, desnudo en el sol.

Terminé el baño, no sabiendo si para bien,
porque con tanto frío en mi ser,
podría también haber sido para mal;
pero así me limpié y sangré.

Huellas en la nieve me llevaron a mi ropa,
verla tan sucia y yo tan limpio me asqueó.
No tuve ganas de siquiera tirarla al barranco.
Preferí caminar desnudo en el sol de invierno.

Hay cierto momento en el que lo puro
rechaza a lo sucio.
Es ése momento en el que mi cuerpo
rechaza la vestimenta.

Decidí, pues, ser puro, puro y limpio
y rechazar a lo sucio e impío.
Decidí ser el hielo y el frío,
y ser desnudo en el sol de invierno.