Para ti. Para siempre.

Si la belleza detiene las caídas,
y te atrapa mientras sales corriendo,
porque no te vas
a la chingada de una buena y última vez.

De verdad, atrás de todos los ojos,
quédate allí,
olvidada de mi,
que no te quiero volver a ver.

Me vale madres si nieva donde estás,
si te duermes viendo mil estrellas,
o esperas a que te responda,
llévate algo abrigado a la chingada,
y quédate allí.


Seguir

Éste es el primer día en el que susurro,
¨Sé que hay algo que está mal¨

Y me seco.
Sin conocer el resultado.

Hay que dejar que el sol
siga fluyendo.

Y somos.
Siento que somo, por parte del tiempo,
prefiero mirar la luz.

Y sentir el sol fluir.

Quiero que rompamos
el piquete catatónico.
Que nos enfrentemos a las formas
y al peso de la confusión.

Y pica, y duele,
y así no debe ser,
porque pica y duele.

Un pequeño piquete,
una pequeña quemada.

Y seguir, como un látigo,
que rompe la carne,
como un sol que fluye.

Y sentir el sol fluir

Y las verdaderas palabras,
nos dejan viendo
al mundo de regreso,
y necesitamos atestiguar
el sol fluir
y tener la visión de
la sabiduría.

Así sea el primer día en el que digo

¨Hay que dejar el sol fluir¨.