Adios III

Hoy haré mi adiós más contundente;
y le hará honor al finiquito.

Estela de Polvo de Estrellas

Estela interminable de polvo de estrellas.
Aquellas que se juraban con nostalgia;
y en la noche eran nudos a mis lágrimas.

Estela de polvo de estrellas,
tú las traducías para mi,
ahora el viento que condenaba
al perpetuo a soledades,
es quien se lleva todo el polvo,
las cenizas de nada,
las escamas de la sirena,
las lleva al cementerio a ser enterradas,
a ser residentes de tumba y féretro.

El Entierro I

Una cama de flores, un sepulcro de pasiones.
Es momento de quitar rosas y petunias, y tirarle tierra.
Es momento de hacer cementerio de pasados amores.

Durante años dilaté este momento,
montando un caballo, pero de carrusel.
Le daba reversa cuando quería,
cuando veía tempestad;
pero ahora decido subirme a uno real,
aquel que no tiene como ir pa' atrás.

Emma, Ceci, Caro, Andrea,
todas deberán ser habitantes de mi cementerio,
mis amores, mis pasiones,
mis fantasías y mis luminosas mañanas.

Decido a enterrarlas, a todas y a cada una.
Tiempo que no me di para estar de luto,
tiempo que no me di para tener un luto.

Hoy mi corazón se tiñe de negro,
porque decido enterrarlas.

Pecas

Sólo puedo darte quién soy
y yo te amo más que nunca.

Y llueven flores, llueven rosas
llueven petunias sobre el campo;
viven las flores con tu abrazo
vive el girasol, del sol guijosa.

Ni muerta, ni viva, ni nada en medio
podrá la más roja rosa, la más brillante
de cualquier primavera o algún diamante
al verte brillar, sentir más que absoluto tedio.

Tu cuerpo es lienzo de mis besos,
y mis labios afilados pintaran pecas.

Corazón y Libertad

Noche de bosque, verde pino
como el invierno, tu beso vino
a helar los desdenes que dio el mar
su resaca y olas son trigo arado.

Tus cuentos calma y sueño
siempre libres sin dueño
tienes corazón libre
y el mío está estancado.

Viento, mar y marea
papeles vuelan libres
y hay besos ahogados.

Suelta sangre, frías venas
noche invierno y cintura
besos figura y penas.

Sans Titre 8/2/12

Te miro como un espejo,
como mi complemento,
te miro con admiración,
te miro con respeto
y ¡dios!,¡cuánto me gustas!

Pero tú te miras diferente,
te miras como novia de otro,
un catalán, un francés,
un argentino, un alemán,
un lo que sea
menos yo.

No soy perfecto, pero pues soy yo,
No soy rico, pero, pues, soy yo.
No soy muchas cosas, pero soy yo.

No eres perfecta. Pero eres tú.
Eres el alma de la cual me enamoré.

Las Horas

Tráfico aquí, tráfico allá.
Manejaba más de cinco horas por verte una.
Manejaba más de seis por verte un cuarto de ella.
Había veces que ni cuarto ni habitación;
me mandabas al sillón por algo que no era mi culpa,
conmigo cobrabas los cheques que alguien más te dio.

Ni te pegué ni te fui infiel,
ni le regalé por breve que fuera la mirada a alguna otra mujer.
Yo era para ti, yo te quería para mi.

Horas pasaba pensándote, esperándote.
Horas enterrando mis ganas de correr a ti,
porque tú no podías librarte un instante de tus padres
para ir al cine y a cenar conmigo.

Horas abriendo la ventana para sacar las lágrimas,
horas limpiando mi cuarto, pretendiendo que fuera mi corazón,
te felicito por haberme olvidado, algo que yo no consigo.

Horas en un sillón platicando mis problemas,
horas combatiendo contra el pasado
y mi padre abusador para darte lo mejor de mi.
Horas que la soledad acarició mis costas
y me robó de toda la felicidad.

El único enemigo al amor es la distancia. Y su archienemigo es el tiempo.

Horas vestido de un superhéroe tan mortal y frágil como un tulipán,
como un girasol, como una rosa, como una lila,
combatiendo al tiempo y la distancia,
para quedarme vacío. Vacío y olvidado.

Las horas pasan y seguirán pasando,
y yo voy a recordar por siempre que me dijiste lo que más miedo me daba;
me dijiste lo que más me podía doler.
Y lo dijiste dos veces.

Las horas pasan, como la lluvia.
Si estas bien acomodado las gozas,
si estás perdido en la jungla, te inundan.

Si estás luchando, te ahogan. Las horas.

Vienes y vengo

Vienes de escucha mis letras,
de escuchar mis canciones cobrar vida,
vengo de un gran silencio,
regalado por tu voz.

Vienes de verme llorar,
queriendo mi sangre recuperar,
vengo de una oscuridad,
regalada por tu corazón.

Como la lluvia

Las horas tontas pueden llegar,
como la lluvia;
los días tontos pueden llegar,
como la lluvia;
los meses tontos pueden llegar,
como la lluvia;
los años tontos pueden llegar,
como la lluvia;
pero yo, con todo y mi corazón,
no nos medimos en tiempo,
nos medimos en sonrisas y besos
de tus labios y tus ojos.

Dices

Dices que tu amor puede cambiar mi rumbo,
dices que lo de todo, todo para dar el brinco;
que no me quieres así no más, que quieres todo,
que me atreva a enamorarme, a enamorarme.

El problema no es el atrevimiento
porque soy bastante valiente,
el problema es encontrar a alguien que me llene.

Algo nuevo

No se, por primera vez, creo yo,
en quién inspirarme.

Ahorita no hay amor, ni dolor;
no hay añoranza ni nostalgia.

Ya no hay tú, ni ella,
ya no hay playa, ni sirena.

Ya no hay negro azabache,
ni olor a madera y pistache.

Ya hay un vacío de musas,
una nada de inspiración.

Ya hay bloqueo sentimental,
necesito vivir algo nuevo.

Mitad

Tu piel aún me recuerda,
finge que me ha olvidado,
pero ella y yo sabemos
que en verdad me extraña.

Basta con mirarte para saber
que aún me amas
y que mueres por besarme,
eso lo dicen tus suspiros.

Soy tu fantasía, de tu cuerpo,
soy la sed que le da a tu piel;
soy la tintura de cada peca tuya.

Soy la demora en las noches,
soy toda la pasión que habita en tu ser,
el amor, soy tu otra mitad.