Las horas tontas pueden llegar,
como la lluvia;
los días tontos pueden llegar,
como la lluvia;
los meses tontos pueden llegar,
como la lluvia;
los años tontos pueden llegar,
como la lluvia;
pero yo, con todo y mi corazón,
no nos medimos en tiempo,
nos medimos en sonrisas y besos
de tus labios y tus ojos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario