Ojalá

Cuando el que tiene razón es mudo,
cuando el valiente es el único que huye
quedará siempre la ignominia
de un corazón roto e incurable.

Vivirá, cansada y triste, inmortal,
la palabra que siempre es despedida,
aquella que no deja ninguna duda
que ya no hay un reencuentro.

Si el sol se levanta temprano y se acuesta tarde,
de poco importa, porque tú no llegarás,
ya nunca sacarás un corcho para dar voz al vino,
me seguirá la rabia y seguirá pudriendo mi vida.

Hay días que no distingo el polvo del tiempo,
las cenizas y el lodo son la misma compañía,
todo es desolación, ojalá me encontrara con una flor,
ojalá estuvieras viva, ojalá estuvieras hoy...

Tribulaciones

Fuentes lejanas de luz,
súbitamente tan cerca.
De noche su ausencia
repentinamente vuelve.

Tiene la noche la forma
de volver alegría los dolores.
Y nada es sentir el amarte.

Nací para quererte, y todo
lo que me pase por intentar besarte.

Y el besarte me aterra a morir.

Mis palabras son los ojos
de mis nervios y miedos,
y los besos son los navíos
donde viaja la ceguedad.

Si estoy quiero sentir,
no quiero estar solo,
en fin...

quiero siempre estar
de manera en la que no esté.

En fin...

Acaso...

Estaba ausente de la verde primavera,
no sentí la lluvia refrescar mi alrededor,
¿acaso ésto es el amor?,
¿acaso su fuerza a mi volviera?

Toda mi vida en un momento
enmudece, lo borracho es sobrio,
suena el viento en alegría,
¿acaso, hoy, regresa tu navío?

Por no conocer nada de ti
y sabiendo que tan lindo es todo
todos mis sentires al viento tendí
¿acaso hay más amor en cada recodo?

Lloverán torrentes y monsones,
pero para mi será goteo de fontana,
mi cuerpo tiembla con tantas emociones,
¿acaso te podré mirar, por fin, mañana?

Después que la noche todo enmudecía
hoy floreció un brillante y gigante sol,
¿acaso es lo que más relucía?,
¿acaso me encuentro viviendo en la carasol?

¿Acaso es todo esto verdadero?,
o deberé alejarme y llorar a solas,
¿acaso esto tendrá un millón de enero?
o dejará a mi corazón sucio y austero...

Recuerdo

No te conoce mi recuerdo,
la nostalgia enmudece
como un lobo sin luna,
porque te has muerto para siempre.

Nadie querrá mirar tus ojos
porque sabrán del dolor
que has causado
y que al olvido te he condenado.

No te conoce mi partida,
y el apetito de tu sangres
se desvanece con tu muerte,
jamás tendrás un buen renacer.

La tristeza del recuerdo
se cubre con delicia
cuando de ti todo se olvida
porque ya te has muerto, por bien y para siempre.

Amanecer

El frío oprimido no quiere oír ni una palabra más.
Le duelen las voces de sus amores,
y la distancia entre sus oraciones.

Ojos de nostalgia, tumba y cuna,
como nidos y madrigueras que ocultan escarcha.

Llena la noche al alba, el sol se vuelve estrella apagada,
una luna reseca muere ante la luz que se marchita.

Enfermo de Amor

Cierra la puerta, se escapa el calor
y las palabras hacen eco en toda mi vida.

En mis ojos, sin querer abrirlos,
relumbran tus fantasmas;
si fueran ventanas ya los habría fregado
para así, desaparecerte.

La noche, la llama humeante,
madera verde,
sólo calienta, no quema,
sólo arde cada rincón que habita en mi.

¿Qué será de las rosas?
Son, seguro, pétalos derramados en tristeza,
como sangre que mana de un herida recién hecha;
cuando caían los pétalos,
la sangre cortada, se oía cada golpe
como un portazo;
anda, como cuando cierras la puerta
con toda la fuerza y tiras las rosas.

Se abrió mi corazón, estambre suelto,
noche sin obscuridad,
vacío, ya no tienen sangre.

Ya no hay vidrios en las ventanas.

Sonaba un sollozo, el viento agitaba al columpio,
la calavera está más fría que nunca.

Esa maldita mujer que me ha espinado hasta el olvido.
La sangre que ampolló mis ojos de niño
jamás pintó su boca.
Sus palabras se lavaron en el dolor, quién sabe cómo lo logró...

Esa maldita mujer no me deja dormir,
ni vivir;
estoy tan seco y salado que no puedo arrojar saliva
y todo lo que toco no puede albergar vida.

¿Ya para qué vuelvo a amar?
Todo es muerte.
Sólo el toro tiene corazón, y a éste le llega,
también,
pronta la muerte.

Mi oído solo escucha huesos, heridas,
maldita, maldita mujer,
hasta me has robado la música, la poesía.

Mis ojos te ven porque fuiste vida disfrazada,
cuando en verdad eres la muerte.

Anda, cierra la puerta al salir,
y que nunca cojas ni un poco de suerte.

El pasado, ahogado

Maté a mi pasado,
porque con él no se puede razonar,
até sus pies al yunque
y lo tiré por la borda.

Mientras veía como se ahogaba,
sonreía en el sol,
no tenía sentimientos,
no tenía siquiera sed.


Aparenado el oeste con el noreste,
chingos de personas tratando
de encontrar un poco de sombra,
y toda la nieve va de bajada.

Tengan más sol y menos sombra,
por mamadores.

Caminando por la grava
pa' visitar a la puta,
cada quién escoge su camino
al infierno o a donde sea.


Release

I'll hold the pain, release me.