Como si cada despedida fuera un beso,
besemos nuestras partes,
amemos este adiós, este hasta luego,
esto acto de partir y saber ,
que tal vez, nunca nos volvamos a ver.
Te voy a atar a mis recuerdos,
como un hombro ata a la mano
y la mano en tu cadera
te acerca a los labios míos.
Eres la barca que cruza mis lágrimas.
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