Si la belleza detiene las caídas,
y te atrapa mientras sales corriendo,
porque no te vas
a la chingada de una buena y última vez.
De verdad, atrás de todos los ojos,
quédate allí,
olvidada de mi,
que no te quiero volver a ver.
Me vale madres si nieva donde estás,
si te duermes viendo mil estrellas,
o esperas a que te responda,
llévate algo abrigado a la chingada,
y quédate allí.
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