sin demora ni círculos, ver lo que hay enfrente,
y si no sabes como, pregunta.
Tantos planes, tantos panes por repartirse,
vivo por tu oportunidad,
te extraño tanto, tanto como para matarte.
Lentamente, por se que es lo que querrías,
que yo te matará, que acabara con tu aliento,
a dándote muchos y miles de besos,
envueltos en perfume de girasol,
para que siempre el beso esté alumbrado.
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