Huellas

No se puede silenciar el querer,
pero hasta la fantasía tiene límites,
y la sinceridad es la ambigüedad
como lo sería una rima cacófona.

Es así y nada cambia,
el cielo anochece y amanece,
la marea golpea las arenas
y tu cuerpo se vuelve un tapiz.

Amar y vivir, puede ser que alguien antes
haya pensado que es más importante por ver,
si la vida hecha, o el amor entregado.
No hay huellas en mi pecho ni en mi espalda,
en el cielo no hay una costelación
para acabar con el huracán
que me espera tras la puerta
por evitar las golondrinas y por evitar
aceptar que ya llego la primavera
y que las rimas son un canto y nada mas
nada más, nada más y así será.

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