y con la sombra en la cintura,
el viento mueve las ramas
y la serpiente muda su piel.
La luna gitana cuelga en el firmamento,
el viento la llama y la serpiente la admira,
pero la luna solo puede unirlas.
Los ojos grandes de la serpiente,
asemejan las escarcha fría del viento,
y la sombra suave del viento
asemeja la manta de calor de la sierpe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario