ama al campo y al rocío
como el verde de los pinos
o el cantar del río.
Te amo como la flor
ama el calor y el camino,
como el calor del sol
y el andar del viento.
Te amo en pleno invierno
aunque la flor no tenga
verdor ni su rocío
te amo y te abrazo
aún en este frío.
Te amo como la flor
ama al campo y al rocío
y en la mañana te escribo
estos versos,
no para decir: te quiero,
sino para besarte un beso,
del que hubo nuevo.
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