el que tu me ignores y el yo ignorarte.
A veces me aburro, a veces no encuentro que hacer.
A veces te recuento, como pesadilla,
empieza bonito y acaba en muerte.
No se si lo hiciste a propósito,
si tus manos al verse atadas,
buscaron deshacerse de aquellos dedos crecientes.
Pero mira, que yo no me siento a verlas,
ni a tus manos ni a tus opciones,
tu sabrás en donde te encuentras
y contarás en rezos por algunas oraciones.
De mi boca no salen palabras,
que a tus oídos no lleven paja,
de tu boca no sale más que manípula
y busqueda de culpa.
Fuiste tu, cloaca y vulva,
no ángel, pero si un demonio
fuiste tu la culpa y el error
y ahora son tus playas,
tu única salvación.
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