Tu fuiste mi primer amor
la primera que tuvo mi corazón,
y tu cara, falta de color,
pero con una sonrisa plena y sincera,
llenaba mis dias y mi cuerpo
con dulce bobera.
Pienso cada mañana:
Que te besaba al desperatar,
ante ese sol que no quema ni calienta
tu cama anglicana.
Fuiste y serás menester,
falta o necesidad,
porque mi corazón
lo habés puesto a alquiler.
Es así como cada anochecer
espero una cartita en el correo
y al no econtra encontrar;
de mi sentir tengo desobedecer,
para soltar las cosquillas y dejar sueltas las razones por llorar
y el silencio se convierte en ti.
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