Mi voz, luz de estrella,
dice tristemente
'¿dónde podré volver a brillar?'
Toda la esperanza
entre la tiniebla se haya muerta.
No tengo corazón,
sino un temblor de tristeza.
Mis alas mojadas
son tan pesadas como mis piernas;
mi alma sumida en sombras
extraña la luz, arañada o perfecta.
Sale, lo hecho a pedazos,
de forma alegre
como una risa con eco.
El campo sembrado con calaveras
florece con pensamientos de sol y promesas.
De toda la muerte
surge agua que florece
mejor que cualquier primavera.
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