Mi corazón es presa de tela de araña,
permanente panteón del desengaño.
De chico perdí la inocencia
y cualquier amigo imaginario,
siendo presa de uñas hundidas en el barro.
Ella era la estrella azul,
que limpiaría mi pecho llorado
y remediaría las cicatrices abiertas,
levantaría mi espíritu intacto a lo cielos
rodeado de lilas y bellos cantos.
Era ella el romance donde mi sueños nacían
y se hundía a jugar en sus ojos marrones.
Ahora, trise, la llamo "Estrella".
Sólo la veo cuando las nubes doblegan al poniente
y gran desdicha, el alba ya va a hacerse presente.
Ella era el amor ignorado que conoció mis besos
y con mi sonrisa perdió el polvo que llevaba impregnado;
pero ahora, en éstas noches, mi amor y todo el romance
se está volviendo ignorado.
Esa estrella ahora tiene un nuevo nombre y se llama "Tristeza".
Como ya no hay noche, el cementerio no me da miedo,
y he de ir a dar una vuelta entre tumbas y mausoleos,
para, con buen sol,
hallar una tumba donde deberé de enterrar el fracaso.
Será bajo muchos árboles, para que la tristeza
se cobije de miles de sombras.
Y ya, lejode mi pecho hiriente,
el dulce romance,
sea polvo de arcilla,
de tumbas derruidas.
Está bien que te vayas,
nube adormecida,
polvo de arcilla.