La realidad es que quise empezar por tu boca;
esos labios de cereza;
que son tentación y amor violeta.
La realidad es que te desee desde que te vi.
Cuando me rechazaste,
el 'no' fue una lanza llena de dolor en mi pecho.
¿Quién te enseño a enamorar tan rápido?
¿Qué flor, que estrella,
que Diosa te enseño a volver locos a los hombres?;
porque no solo es tu belleza;
es la manera celestre en la que haces presente tu caminar.
Caprichosos fueron mis labios pidiendo los tuyos
desde el primer instante en que te conocí.
Ramo de agua en un desierto;
así es tu amor para mi.
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