Edipo #1

¡Ay! ¡Cómo te amo!, y a mi marido nada.
Le hace falta esa fuerza, esa llama,
le hace falta ser un hombre
con belleza y determinación.

Quiero tu cuerpo sobre el mío,
tus manos tocando mis senos,
tus ojos viendo la sonrisa de mi cuerpo,
la noche terminar con tus besos.

No encuentro soledad en tu abrazo,
ni deseo de nada, al estar a tu lado,
no necesito absolutamente nada,
hasta podría dejar de respirar.

Quiero tenerte a ti por amante,
por compañero inegable,
por cómplice en todos mis juegos
y por caparazón de pedradas.

Dejaré ir a este hombre,
a quien tomo por esposo,
a quien tomo porque no tengo escape,
pero lo dejaré ir por ti.

No lo has pedido,
nunca mencionas su nombre
ni siquiera te preocupa su presencia,
pero lo haré por ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario