Hoy yaces junto a las rosas,
como para renacer en el invierno,
y también junto a las rocas,
pues fuiste siempre un guerrero.
No es la muerte lo que duele,
a esa diario la enfrento,
es no haberte demostrado,
lo mucho que te quiero.
Nos dejaste enseñanza y
me diste consuelo,
llevaré por siempre
conmigo tu recuerdo.
Hoy me despido de ti,
de un gran compañero,
de tu pelo blanco y
tu reciente mal genio.
Ten un buen viaje,
en tu camino hacia el cielo,
algún día te alcanzaré
y sonreiremos de nuevo.
Adiós Marek, adiós mi viejo.
Recuerda siempre que te quiero.
No se bonito escribir,
pero, si lo quería.
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