Las flores enloquecen con una carrera de viento,
poco a poco se presenta un ángel oscuro,
con las plumas blancas y las puntas negras.
El amor que perdiste, con su piel tan pálida,
ahora es libre, con su pelo rubio y sus verdes ojos,
y ahora el beso será de otro, de otro será.
No serás como quién deja su nombre,
no serás como quien deja su juventud,
porque yo te espero a ti, como tu deberías
estarme esperando a mi.
Tengo miedo y llamo tu nombre,
quiero que respondas a mi llamado,
quiero que tu voz pronuncie mi nombre.
Tus ojos van al piso y el mundo gira,
yo duermo en la arena, en el fondo,
y el mar sobre mi; sus corrientes no cesan.
Tengo miedo y te voy a extrañar,
ojalá te hubiera conocido más joven,
ojalá te hubiera encontrado para valorarte como mereces.
No seas como quien deja su nombre,
porque espero por ti,
y solo llega el ángel oscuro de alas blancas.
Tengo miedo y llamo tu nombre,
conozco tu dolor y tus besos,
tengo miedo y te voy a extrañar.
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