Miles de cosas que quisiera no haber dicho,
ahora son espinas en mi lengua
y la tuya es silencio y no puedo hacerla hablar.
¿Es muy tarde para recordarte quién soy?
Me has hecho más feliz de lo que podía pensar,
todo lo que poseo huelo a ti
y en ese breve instante, todo está bien.
Más que nada quiero poder verte
y que me perdones...
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