Adiós

Entrando en la boca del lobo,
ya sin la llave de la casa
que dejé en la mesa de noche.

Dejarte ir es un acto de fe,
esperando que regreses,
haberme ido es un caída abismal.

Por fin todo se juntó
nada dura para siempre
y te dije un último adiós.

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