Me quedo una cicatriz, una más que agrego.
Me quedó una cierta sensación de superioridad
por poder haber pasado lo sufrido
por haberlo sobrevivido y solo haber sido marcado.
El sol, con el tiempo de la mano, tiñe las heridas,
solo si las buscas las encuentras, pero si no,
a menos que tu no las cuentas,
a un ojo entrenado se le dificulta encontrarlas.
Quemas sol mi piel...
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