Enamorarse y sobre el Amor que doy

Uno no elige de quién se enamora,
uno se enamora si le tiran un café
o si llega tarde a por él.
Te enamoras si te peinan y desenredan tu dolor,
te enamoras cuando te enseñan un beso infinito,
te enamoras jugando cartas y la lluvia cayendo.
Uno  se enamora en la playa con la arena
o en un techo viendo a las estrellas,
te enamoras acampando y pasando fríos.
Te enamoras en un viaje a Tepoztlán
o por horas de manejar en carretera por tu amor.
Te enamoras en el viento, en el fuego,
te enamoras ayudado por cuatro elementos.
Te enamoras de su sencillez y honestidad,
de su pureza y su miedo a un estado carnal.
Te enamoras en la luz y más en la sombras,
te enamoras lento como un caracol
o de pronto una cena ya es suficiente para declararte amor.

Uno no elige de quien se enamora, pero si elige
los limites a su dolor, a retomar confianza traicionada,
a esfuerzo y horas de entrega abnegada.

Se ama con el corazón y yo, en lo personal,
también te amo con la cabeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario