Hay una sirena parada en una esquina,
hay silencio más que palabras,
la verdad es que no quiero verla,
las sirenas son sensuales y su canto
es una trampa, bello.
No hay ninguna mujer
más guapa y bella que la sirena,
pero tampoco hay nadie tan nociva
y dañina como son su canto
y peor aún sus labios.
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