Llovía, llovía agua y cristal,
vidrios y pedazos de mar.
Asomado por la ventana,
esperaba tu llegar,
pero la lluvia no cesaba,
la lluvia no dejaba de cantar.
Busqué mi paraguas
y botas para mis pies,
quiero encontrarte
y no dejarte solo en mis recuerdos habitar.
Pero, ¡cómo llovía!
Llovía agua y cristal,
llovía vidrios y pedazos de mar,
llovía como si el mundo
se fuese a acabar,
pero, aún con todo,
yo te salí a buscar...
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