La soledad

No derramo más lágrimas,
no suspiro más por besos,
no me encuentro solo
bajo el cielo que cae,
no me encuentro viendo
una luz que cega.

No tengo rosas congeladas,
ni nado en un mar de silencio
no sangro más rojos pétalos,
ni cuento los días como infiernos.
Ya no me da frío el invierno.

Oscuros ángeles me siguen,
baten sus alas para alejarme
de mi camino único,
quieren que pierda mi lugar,
pero ahora debo pensar en mi.

Y empezar a sentirme
algo más grande.

1 comentario: