aunque perdí muchos sueños,
perdí muchas direcciones,
y cartas se volaron con el viento,
siempre encontré paz y tranquilidad,
encontré en ti un hogar.
Pero, no diré tu nombre,
no traicionaré estas cicatrices.
El pasado nunca está lejos,
el pasado es el presente
y el futuro está muerto,
pero el hoy, el hoy es para tu mano.
Pero, no diré tu nombre,
no traicionaré cicatrices,
ni curaré, por ahora las heridas.
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