entre lo blanco y negro,
entre lo censurable y lo plausible,
existe ese contorno, la dualidad.
Mi alma es dual, mi espíritu también,
hay lo bueno, existe, en menor, lo malo,
mis pensamientos a su efecto también
siempre tienen dualidad.
Y el amor también es dual,
pero amor maduro y amor inocente.
Mi amor maduro te dio tu espacio,
y mi amor inmaduro nos dios dolor.
Mis ojos. Tu los cegaste.
No hay comentarios:
Publicar un comentario