Adios II

Tengo un sitio, parecido a un sillón,
donde me siento a escribir
todo lo que te extraño y cuanto lo hago.

Cada día o por las noches quizás,
escribo a tinta obstinada y emocionada,
lo que siento y lo que pierdo.

Aplaudo mi valentía, mi monotonía
de no gritar lo que siento, restrinjo
a su vez las ganas de decir lo escrito.

Perdí y ahora no encuentro la sorpresa
de hacer una irresponsabilidad y dejar
todo detrás en busca de mejor felicidad.

Hoy busco un poco, solo un poco
de una musa que me inspire
que dicta a mi pluma palabras y pasión.

No me pidas decirte lo que no entiendo,
aunque lo diga, el viento es fuerte
y las palabras sordas cuando esta presente.

Ni se escuchan ni se hablan,
es como decir un adiós,
pero un verdadero adiós

1 comentario:

  1. Y en ese sillón te visitarán las musas rebeldes y tercas. Y hablarán más fuerte que las palabras sordas.

    ResponderEliminar