cierra los ojos y toma un camino.
¡Ay! dime tú, si merezco tu cama,
si merezco tus besos,
o si más merezco tu mano asesina.
Baila el recuerdo o déjalo a la deriva,
secuestra el momento,
deja la impotencia en mi garganta
déjala convertirse en sal.
Tantos días sin conversar,
y ahora el mar comienza a llorar,
me mojan los sueños, me quita descanso,
me borran la llegada,
me borran camino.
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