tu ves el mío y cambias la dirección,
ves mi dolor, reflejado en mis ojos,
y te da tristeza verme así.
Yo te digo que no,
que si sigo vivo,
es que puedo cargar con eso,
y ya no me molesta tanto,
lo cargo, pero ya no pesa.
Por ahorita no hay cuentas que saldar.
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