El andar

Te tenía una puerta, una reja,
abierta para tu vuelta.
Poco a poco se oxido y se cerró.
No me importo que así pasará,
porque la naturaleza misma
me hizo ese favor.

Te anduve buscan, entre sueños
y recuentos, entre amantes y distancias
pero ahora olvido que tanto buscaba.

Te tenía una ventana,
una ventana blanca,
yo veía por ella a ver si te divisaba,
en algún camino, qeu cruzara el mío,
pero mis andares, solo iban delante,
y jamás de retorno o de bajada.
Mis caminos van subiendo
y van jugando con la vida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario