A mi muerte

Me extrañaras un poco,
pensarás en lo que nunca fui,
querrás ver lo que veía.

No entenderas porque no entendí
que el tiempo dentro de mi corría más lento.

Y entre nubes, encontraré el lugar que me corresponde.

Quieres hablar sin hundirte,
quieres ver al sol y no sufrir dolor.
Andando sobre tus pies,
a mi muerte,
sin poder meterte en mi vida,
me extrañaras un poco.

Me extrañaras un poco,
solo un poco y a ratos
en los que las nubes te alejen el sol.
Cuando la lluvia caiga y no puedas
salir al jardín a jugar,
pensarás en lo que fui,
y al fin verás con claridad,
la marioneta que formaste con mi cuerpo y realidad.

Nada te hará cambiar,
no entenderás,
porque me extrañas tan poco
y no mucho.

A mi muerte, tal vez en invierno,
pienses en mi.
Con los fríos o la llegada del calor,
puedes recordar que alguna vez,
alguna vez,
me extrañaste un poco, a mi muerte,
solo un poco fui extrañado,
mucho menos de lo que merecía.

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