Como que te extraño.
Extraño la humedad de tu cuarto
y la lluvia azotando tu balcón.
Extraño la música resonando
en las bocinas con coro
y extraño meditar ante la ventana.
Extraño ese juego de manos,
que descubrí años después,
pero ya había escuchado antes.
Como que te extraño,
te extrañé mucho,
hasta que hoy, por fin, te vi.
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