Me viene la pregunta a la cabeza: ¿por qué debería llorar por ti?
La ambivalencia es sorprendente. Para aquel que está enamorado, tal vez la respuesta sea: Lloraría de felicidad. Yo he llorado de felicidad, la mayor parte de mis lágrimas fueron regaladas en mi coche.
Para aquel que está con el corazón roto, puede responder: Porque te extraño. Esas lágrimas son como espinas, espinas que lastiman la mirada, el corazón, desgarran las mejillas y si se llegan a probar arderán como brazas en la lengua.
Hay muchas respuestas posibles a la pregunta, todas se enfocan desde los sentimientos de aquel que se hace la pregunta. Se puede enfocar a alguien que fue, alguien quien es o alguien que será.
Si cortamos, ¿por qué debería llorar por ti?
Ya que cortamos, ¿por qué debería llorar por ti?
Una vez juré nunca más llorar. La primer vez que me rompieron el corazón juré nunca más llorar. Fue un juramento honesto, porque creí que había llorado tanto que nunca jamás iba a poder tener más lágrimas, pero no, resulta que sí tuve más y lloré 2 veces más. Una fue justamente este verano. Lloré mucho.
Lloré y rogué.
Ahora, ¿porque debería llorar por ti? Porque mi alma quiere.
Porque lloro para mi, tal vez; o tal vez lloro por ti, esperando que vuelvas a secar mis lágrimas.
Realmente no es consiente. Se llora y ya.
No hay comentarios:
Publicar un comentario